Sucede con cierta regularidad que la corteza oceánica se introduce bajo la corteza continental. Estos grandes movimientos liberan magmas y fluidos hidrotermales que ascienden por fisuras y grietas; minerales líquidos incandescentes que -en su camino de subida a la superficie de la tierra- se enfrían y cristalizan. A esas formaciones verticales se les llama filones, vetas y vetillas.
Como un modo de dar cuenta de tales vetas de escritura acumulada, hice un análisis de repeticiones de palabras por cada año del diario y clasifiqué luego cada una de sus entradas con las palabras resultantes: vetas que señalan otros depósitos minerales, otras estructuras verticales que atraviesan la horizontalidad del tiempo de la escritura del diario.

VETA ☷ tierra

Hablamos de la muerte a estas alturas
De la noche la noche dinámica
Que descansa su peso en cada rama

Gira en el cielo entre todas las cosas:
En obstinados ojos en el cielo
Ondulado en los dolorosos ojos.

Hijo oscuro es esta noche arrojada
En brazos de todas las cosas.

A estas alturas de la noche hablamos
De la muerte –
 
Tierra negra donde crece
Hecha de sombras
La flor del crisantemo.
Los crisantemos florecen en otoño /
dejando a las otras flores disputarse la primavera


Con el tiempo –aunque quizás es así siempre–
El mundo se reduce a una parcela al pedazo
De tierra donde los aromas se entreveran
Con las briznas de pasto. Un mundo rico
Aunque pequeño donde todo está al alcance
De la mano y disponible. Es la riqueza inmediata
De los sentidos en su proximidad con el entorno.

Aquello que llamamos goce juego amor.

Se recupera el sueño y con él, los sueños. Se recupera el sueño y con él, el relato de los sueños. 

Como en esos poemas en los que la nieve parece cumplir la función de reafirmar la magnitud del paisaje: “Blanca de nieve está la lejanía, / blancas de nieve todas las alturas”; después de soñar la mañana quieta es una parcela, un pedazo propio de tierra donde el sol nos ampara del frío.

Cuando no se duerme en cambio –o se duerme apenas– los días son inmensos espacios vacíos, difíciles de contemplar o navegar. Densos, caóticos, profundos mares correntosos en los que todo esfuerzo por nadar es inútil.

El día cuando no se duerme ofrece una verdad distinta. Mientras el sueño funciona como escala de lo real, la vigilia o el insomnio pueden ser un parpadeo a lo inmenso, allí donde por un instante es posible verse en lo que no tiene imagen.

No hay palabras para describir
La opresión del presente 
Pero quizás algunas 
Palabras del pasado sirvan 
Para dar al menos una idea.

Se han dicho entre otras: sacrificio segregación guetificación  apartheid deshumanización genocidio campo de concentración campo 

De rosas

Un ejercicio imaginativo 

Una rosa no es una rosa
Menos 

La rosa que crece 
-Protegida por otras rosas y espinas-
A ras de suelo

Una rosa no es una rosa
Así como la rosa 
De pétalos oscuros
No es el oscuro 
Corazón de la tierra

[plano detalle]

Cae la lluvia sobre el rosal.

Una gota estremece un pétalo.

Otras gotas golpean. 

El oscuro carmesí.

Incarnadine (del francés 
Incarnadin Incarnatus en latín)
Es según el diccionario Collins 
Una palabra literaria o arcaica 
Es decir: una palabra en desuso
Para referir al color rojo oscuro
Parecido a la carne.

¿Son los golpes de la lluvia 
Causa de los cardenales
-Moretones se dice en CL-
De la rosa? 

O dime

¿En un mundo de música
Es la rosa instrumento de la lluvia?
En un mundo indiferente
¿Será acaso su voz?

Como un párpado
Como unos brazos
Como la tierra 

Así mis ojos
Así mis manos y mis brazos
Así el barro de estos 
Brazos de estos ojos
Escucharon tu historia

Era la historia del hijo
Que tuviste en tu cuerpo
Y cuidaste

Nada de eso sabía yo
Por eso guardé silencio
Y escuché.

Se desprendió el casquillo
Y fue a dar el cuerpo
Resplandeciente
Bajo tierra.

Ahora -por si hubieses pensado

Lo contrario-

Las balas no son semillas
Ni es el pecho tierra fértil.

Con el propósito de detener la expansión sin control de terrenos tomados en el sector Costa Laguna al norte de Antofagasta, el día de ayer el Ministerio de Bienes Nacionales dio la orden de "recuperar" las 13 hectáreas de terrenos fiscales tomados.
Uno de los factores que detonaron el desalojo y demolición de esas viviendas precarias fueron las denuncias de ventas ilegales de terrenos de desierto. 

En el reverso de esas imágenes / aéreas de los macrocampamentos, de los planos generales y contrapicados de maquinaria pesada / está el negocio / de la división de la tierra / desierta, la compartimentación de las casas / por las que el desierto / arenoso / improductivo encuentra / un valor suplementario. 

En esas imágenes es visible el abuso, la necesidad y la exclusión social con las que -¿es posible decir?- el vacío de representación se llena.

La recurrencia de imágenes acuáticas (la orilla de los grandes ríos, las lluvias que erosionan el suelo y los edificios, el aluvión que arrasa todo; el sonido del agua penetrando la tierra; diques, baldes, cuencos, el vaso con agua atravesado por el sol; la lectura por inundación o drenaje) indica un reverso: algo está contenido / algo quiere salir o se expande.
Yo que tomé esta tierra y levanté con ella
Una montaña y un abismo
Hice manto de las chinchillas para capear el frío.
Como si yo fuese la tierra, cavó un hoyo para protegerse de la ventisca, el viento frío del invierno.
De la flora ruderal me muestra la ortiga, el amaranto, la flor de la mostaza. De esos obstinados brazos verdes recuerdo: la hierba perenne, la avena hirsuta o la semilla de la Erodium cicutarium, que tuerce su cuerpo y gira hasta encontrar un pedazo de tierra.
Para calmarme en algún momento de angustia, me recuerda que de entre las junturas de cemento o los adoquines donde la tierra y la humedad se acumulan, sucede a veces que pequeñas plantas o malezas crecen a pesar de las condiciones desfavorables del entorno.
Parece perfectamente lógico que un árbol crezca sobre la tierra que un pájaro vuele sobre la copa o descanse en sus ramas -así, por antonomasia, paradigmáticamente-. Todo esto vemos cada día y todo esto es cierto, pero cuando el árbol se yergue y la tierra se mueve,
En medio de savasana, la tierra comienza a temblar y no tiembla porque esté mi cuerpo tendido. Sino porque la fricción entre dos placas tectónicas cedió algún milímetro y, con ellas, las ondas energéticas que reverberaron -como cotidianamente lo hacen- hasta encontrarse con mi espalda, sobre el suelo, donde, muertos, ondeamos. En la sacudida recordé las palabras dichas con sorna, aquellos insultos juguetones, esos chistes, esas bromas que mediaban la relación entre mi abuelo y sus nietxs, yo entre ellxs, como un sincero intento de comunicación.
2012. 5 de diciembre. La NASA publicó una imagen nocturna de la Tierra capturada desde el espacio conocida como “The Black Marble”.
1972. 7 de diciembre. Desde una distancia de alrededor de 29.000 kilómetros desde la superficie de la Tierra, la tripulación del Apollo 17 en su camino a la Luna toma la fotografía conocida como “The Blue Marble”.
1946. 24 de octubre. Se tomó la primera imagen conocida desde el espacio en la que es reconocible la curvatura de la Tierra. Se utilizó la tecnología del cohete Nazi modelo V-2 capturado tras la Segunda Guerra por el ejército estadounidense. Fue lanzado desde Nuevo México con ayuda del científico Nazi Wernher von Braun, quien participó en el desarrollo de la tecnología del V-2 para el ejército alemán. En 1950, el ingeniero Clyde Holliday -que diseñó la cámara montada al cohete- escribió para National Geographic que tales imágenes mostraban “cómo se vería nuestra Tierra para los visitantes de otros planetas” (Richard Conway. “The First Ever Photograph from Space”. Time. 16 de julio, 2014).
A mis pies desentierro la rama de una palma; con cuidado cada una de sus costillas. Limpio -de entre las vértebras de la espina dorsal- la tierra húmeda.
Abren los arbustos sus ramas para acompañar el paso del viento. Animales pequeños le siguen. Adheridas a su pelaje, transportadas por el viento, semillas y esporas se unen a la caravana. Muchas semillas van a dar a un suelo demasiado seco o demasiado húmedo, otras hunden su brazo en la tierra y crecen arbustos en el sendero.
Vistos desde las alturas próximas, simulan a la gran serpiente, que el movimiento agitado de las ramas hace visible como una amenaza: no interrumpas el camino del animal mítico, no quieras ver aquello que es invisible; pero la ciudad crece con las semillas, todo parece al alcance de la mano.

999

Sufrió
Dicen que fue para mejor
Alguna vez plantó
Su mano en la tierra

Cavó una tumba
Para un pájaro muerto.

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