Los crisantemos florecen en otoño /
dejando a las otras flores disputarse la primavera
Con el tiempo –aunque quizás es así siempre–
El mundo se reduce a una parcela al pedazo
De tierra donde los aromas se entreveran
Con las briznas de pasto. Un mundo rico
Aunque pequeño donde todo está al alcance
De la mano y disponible. Es la riqueza inmediata
De los sentidos en su proximidad con el entorno.
Aquello que llamamos goce juego amor.