El brillo sobre las hojas de los ceibos, en la avenida Ricardo Cumming, se reproduce en altocúmulos al atardecer.
Ante estas correspondencias, al contrario de un rostro que devuelve la mirada, no quitamos la vista.
Hacia el año 2011 o 2012, comencé a anotar el presente, sin mayor propósito, sin ninguna rigurosidad o frecuencia preestablecida. He decidido, ahora, exponer esos apuntes que brotan cuando se “deja de escribir”, la escritura que media la distancia entre un libro y otro, bajo la condición de continuar con esta práctica y publicar esas notas durante un tiempo indefinido.
Mostrando entradas de 2025