Hacia el año 2011 o 2012, comencé a anotar el presente, sin mayor propósito, sin ninguna rigurosidad o frecuencia preestablecida. He decidido, ahora, exponer esos apuntes que brotan cuando se “deja de escribir”, la escritura que media la distancia entre un libro y otro, bajo la condición de continuar con esta práctica y publicar esas notas durante un tiempo indefinido.

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La recurrencia de imágenes acuáticas (la orilla de los grandes ríos, las lluvias que erosionan el suelo y los edificios, el aluvión que arrasa todo; el sonido del agua penetrando la tierra; diques, baldes, cuencos, el vaso con agua atravesado por el sol; la lectura por inundación o drenaje) indica un reverso: algo está contenido / algo quiere salir o se expande.

El don de lágrimas la gracia del llanto fue concedida a San Ignacio. 

Hoy es la última mañana del año y llueve.

En ese momento alrededor del cual dejas de ser madre o hija, tía, hermana, para ser una persona de bordes tensos ante el panorama del mundo. Entonces, por sobre todo otro manto, el sonido familiar de tu nombre te arropa.
Una ventana al mundo

Como en una película silente el viento mueve las hojas del árbol / indiferente de la acción, el decorado o la vida escenificada: el cine está en el movimiento de las hojas.

Otros días la luz del sol proyecta las hojas del árbol en la pared de la cabecera de la cama y su reverso de sombras se mueve sobre los cuerpos dormidos.

En esa frase manoseada / disputada (el cine está en el movimiento de las hojas) aparece (para mí / hoy / todavía) aquello difícilmente apropiable en los libros: la ausencia de deliberación.

*

De manera similar
me parece
Marguerite Duras
hablaba de Barbara
Loden en Wanda
a propósito
de su autenticidad
a la hora de actuar.
el agua se escurre hacia los espacios inundables. el agua de unos ojos.
el acto de leer se me aparece de pronto como la imagen del proceso por el cual
el agua inunda los territorios bajos. el bajorrelieve que rodea las letras las palabras
y su articulación sintáctica. el bajorrelieve de lo no dicho. de la ideología
como matriz oculta [pues nadie
estará dispuesto
a reconocerse como
ejerciendo poder / pero generalizamos
usamos el recurso al halago adversativos y calificaciones.

silencios generalizaciones negaciones adversativos frases calificativas
aparecen como las grietas por las que el agua se cuela dentro
de la flota de discursos la goleta de la frase bienintencionada el bote
la balsa el leño de quien se salva solx.

si las palabras son botes / si las palabras transportan / contienen mercancías
cuando leemos las palabras naufragan
En estos días de calor en esta ola de calor entra aire por la ventana abierta y rodea las hojas del helecho plumoso de la monstera deliciosa la cinta y la palmera / como si un fuego propio -brotado / nacido desde dentro- las elevara. Por la mañana -entrometida en la luz de las 8 AM- la perra parece vestida de un chaleco de pelusilla luminosa. Así recuerdo –un poco / más o menos- una sensación / el tiempo en que se reciben las palabras escuchadas sin distancia sin suspicacias -así como al paso- y suenan y brillan y se pierden.
Enamorado de mí mismo, contemplo mi imagen reflejada en la superficie del agua que -como tantas otras cosas: el remolino de pelos en el pecho de un caballo por ejemplo- es un espejo. El agua del balde que está situado –por motivos prácticos- a un lado del grifo, frente a la tienda plástica –cubierta de plástico- donde descansan un hombre una mujer y un gato, a las 9 de la mañana de este jueves.
Las nueve y media
En la calle Moneda
El vendedor de frutas
Dispone las paltas
Y las peras en su carro

Lo veo tomar una pera
De su bastón para que
Delicadamente gire
En el aire mientras
La deposita en la última
Fila de las cinco filas
De peras de agua verdes.
Una gaviota sobrevuela
La superficie del mar
De Antofagasta

Se eleva su sombra con
La sombra de la ola

Que de lejos parece
Un reflejo más del cielo

Espuma de la playa
Las nubes blancas

Sombra de nieve

(Sobre el campo-
Santo sobre el macro-
Campamento).
Soñé que por algún motivo debía fingir mi muerte, realizar una representación de mi cuerpo muerto. Y yo llenaba un ataúd con frutas.
Pescan en la pileta al pez koi nishikigoi
La pileta es el mundo donde convive con el
Hierbajo acuático el pelillo gelatinoso
Que muerde y come confunde con el anzuelo

Y la lienza lo alza a los gritos y risas corrientes
De aire lo arrastran lo llevan de allá para acá
La lienza se suelta se tensa en el aire mientras
Las manos intentan tomar el cuerpo
Que escurridizo cachetea el cemento

Imitando el brazo convulso separado del cuerpo
Cede boquea no dejan de reír y celebran
Se calma conmovido se abandona a las risas

Por la boca recibe fuera del agua
la luz del sol
Desnudo de mar desnudo de pileta en un parque
Cercano al estadio regional de fútbol
de Antofagasta frente al balneario.
De esta papa de este bulbo
Espero un campo de rosales un
Cementerio erguido

La calavera de tu madre
Y la mía juntas para
Pasar la tarde
A la sombra de la flor
Enamoradxs
De la pobreza de lxs otrxs

De esta papa
De este bulbo espero
Un bosque armado.
Una palabra -antes brillante
Filosa como hoja de espada
Pesada como piedra de flecha-

Suavizados sus bordes
Balbuceo del pasado
Rumor de fanal
Botón

De rosa china
-También conocida
Como hibisco
Fragante hibisco-
Yema
Vegetal

-Fragante: aquello que
Despide fragancia
También aquello que
Arde o resplandece-.
A veces escribo (ego) por el deseo / la ilusión de hacerle fintas a la muerte (“”) en un mundo cuya historia nos habla mayor-mente / de la destrucción de ciudades bibliotecas sus habitantes y lectores.
Como si todo estuviera en contra pero aun así yo (ego) escribe porque todo está en contra yo (ego) decide / vivir.
Pero un día cualquier en una esquina del centro la esquina de Alameda y Mac Iver fuera de la Biblioteca Nacional alrededor de una docena o dos docenas de carabineros -vestidxs de verde y negro / protegida la cabeza el pecho los hombros los brazos las piernas protegidos los pies- toman el cuerpo de una mujer lo elevan lo mueven de acá para allá lo contienen lo sostienen cuando se hace pesado y se lanza al suelo toman sus cosas su toldo su mercancía no le dan mayor importancia a la presencia de su hija y su hijo y se arma un alboroto hasta que deciden retirarse y dejan allí donde había un toldo de venta informal de ropa para perros y juguetes unas mujeres llorando.

Hay ciertas letras que se conservan a pesar del paso del tiempo ciertos ejércitos que sobreviven el paso del tiempo pero no / el ejército de las letras.
Otro deseo -pues habrá letras u otros signos- que al final de los tiempos les sobreviva unx lectorx.
MONTAÑA

El libro es
Sostenido
Por millares
De manos anónimas

El libro es sostenido
Por millones de cadáveres

Ese lugar [la lectura] en el que se acumula todo lo dicho
En los conchales los grandes mares de blanca espuma
Aquel lugar en el que todo lo dicho encalla
Nada está olvidado
Ni la violencia ni el odio
sone ante el limite de la playa con un mar de letras y palabras alfabetos e idiomas desconocidos para mi declaraciones de propiedad amor y odio la espuma era el espacio blanco de las orillas de la gran pagina cuerpos malheridos por una u otra letra estaban tumbados sobre la arena con arena en los dientes y entre las unas llena de arena la herida donde algun acento circunflejo cedillas y tildes desprendidas permanecian incrustadas yo era alli otro herido otro perdido mas
Una ventana
Un umbral
Un camino
Una encrucijada
Así aparece el poema:

Una figura

Querida o no

Que se acerca
Al final de la noche
Como las olas que van y vienen cuando sube la marea chocan contra las rocas arrastran las conchas sobre la arena y descienden se acallan luego cuando la marea también baja y calla, así vienen a comer de los morones verdes del árbol frente a la ventana jilgueritos chincoles y chercanes jóvenes.
Soñé con un hombre herido por espada con un perro mordido por una serpiente. Yo trataba de ayudarles removiendo la espada ahuyentando la serpiente pero el resultado era el mismo: el colmillo del tiempo. Miré alrededor y vi que era tradición del lugar cubrir de arena todo cuerpo tendido.
A veces caigo en el deseo de calificar la realidad que veo (cómo calificar el habla de otrx -las lágrimas de otrx- la vida nueva del zorzal
que alimenta a su polluelo / yemas vegetales botones de flor brotes chicos el verde bonito de la corteza y el mantillo).
No hay nada extraordinario en estos sucesos ni menos son incomunicables.
Parece quizás aburrido o innecesario extenderse en aquellas cosas vistas mientras se camina pues finalmente son lo que son y

A veces
Cada vez más
Frecuentemente
El diario trata
De no escribir

Es
Una invitación a caminar.
En uno de los paseos diarios se nos acerca un hombre grande, de alrededor de 80 años a preguntarnos las preguntas usuales - a nosotros que paseamos diariamente.
Nos cuenta además que hace tiempo tuvo una gata que vivió muchos años. Él trabajaba en un banco, un día le llamaron para avisarle sobre la muerte de su amiga y tuvo que correr al baño a esconderse al no poder contener las lágrimas - que corrían por sus mejillas ante el asombro de los compañeros de trabajo, que no entendían por qué lloraba la muerte de un gato.
Ellos son nuestros hermanos menores, dice. Uno nunca está preparado para la muerte de un hermano.

no hay continuidad entre contenido y lectura /

e.g. una forma de leer es no leer.

un zorrillo un guanaco una cuca

blindados blancos

tres carros policiales blindados blancos.

la luna se refleja sobre lagos y lagunas
sobre el mar sobre toda otra masa
mayor o menor de agua.

en el charco
en el vaso
la luna blindada.

No huelas chiquitita la muerte del pájaro caído entre los arbustos / con el cuello roto con el ojo vacío / menos / huelas tu propia muerte.

Como una montaña
Un cuerpo muerto es irremontable e inmenso

Como una montaña
Una montaña grande como un muerto

Pero un cuerpo muerto
No es más que un cuerpo muerto, escucho

Del roce de tu cuerpo vivo en el camino de arbustos.

después de los primeros rayos de sol luego de una semana lluviosa las ventanas se abren 
se despliegan sábanas y frazadas alfombras mantas y manteles

Leo bajo el sol y conmigo lee la perra los mensajes de la hierba, la lengua de los chincoles y las raras, no poco frecuentes en el litoral, el ruido de sirenas y bocinas lejanas transportado por el viento. Todo se confunde entre briznas polen y semillas que abren surcos en la materia del aire. De la boca de la a, de la abierta boca de la u que aúlla al cielo, escucho el sonido de las hojas, el sol entre las hojas, su sombra sobre la hierba.
En el capítulo final de The Deuce, Abby le cuenta a Paul que piensa volver a estudiar luego de dejar la universidad hace muchos años. Paul pregunta qué estudiará y ella bromea: taxidermia. Ríen.
The Deuce es la historia del fin de un mundo, de un cambio de época irreversible, en el que las personas (cuando decimos personas decimos todo un complejo de relaciones sociales, de solidaridad y violencia) pierden por el privilegio del capital privado.
Lxs pobres, las trabajadoras sexuales, los obreros y explotadores del comercio sexual, lxs vecinxs, los degenerados, los clientes regulares de bares y clubes son olvidados, arrasados por el tiempo.
La broma de Abby es cínica, pues en el mismo momento en que desliza la alternativa macabra de conservar la apariencia de ese tiempo que se desmorona y deshace, señala el absurdo de las estéticas de la nostalgia y la cosificación de la vida. Ante el fin del mundo, ante el cambio de época, solo queda seguir adelante: sobrevivir o hacerse otra vida.
El resultado parece invariable: el olvido, pero no por olvidadas las vidas carecen de significancia, no merecen ser vividas o recordadas.

Parece
A veces
Que el mejor lugar
Para el sujeto
Para mí
Es allí donde
No se escribe

Donde
Se participa del lenguaje
De manera tenue
Y pasajera

Cuando nada
Realmente
Pesa o pasa.

Miro por la ventana lo que parece una fila interminable de autos que abandonan o arriban a la ciudad, de toda aquella fuga permanece el movimiento.
Olive Kitteridge -interpretada por Frances McDormand- llora tres veces. Según Leonidas Morales los personajes de Roberto Bolaño lloran cuando se ven enfrentados a un límite existencial. Sucede sin embargo con aquellos personajes de novela que no podemos verlos ni escucharlos cuando lloran.
La primera vez que Olive Kitteridge llora lo hace sin poder contenerse, escondida en la oscuridad de una habitación con la cara enterrada en la almohada. Su compañero y su hijo la ven por la puerta entreabierta.
La segunda, llora frente a su hijo crecido, en medio de una discusión, sin ocultar las lágrimas, casi como un mecanismo de defensa.
La tercera ocasión, llora tras la muerte de su compañero, el padre de su hijo.
A diferencia de los otros dos llantos, este es un llanto silencioso, difícil, mudo. Un llanto que parece resolverse en suspiro.
Es el llanto que sucede en la vejez ante la muerte de aquel con quien compartió su vida, cuando la propia muerte parece una posibilidad cercana, pero se decide vivir porque el mundo aún ofrece su majestuoso desconcierto.
Es un llanto complejo, una especie de alivio a partir del dolor, tras el cual sobreviene la respiración.

The overtakelessness of those
-escribió Emily Dickinson-
Who have accomplished Death
Majestic is to me beyond
The majesties of Earth.

The soul her “Not at Home”
Inscribes upon the flesh —
And takes her fair aerial gait
Beyond the hope of touch.
Un picaflor chico pasa volando y se pierde en la copa de un árbol. Es domingo, temprano en la mañana, y no puedo evitar pensar que es el espíritu del árbol que nos saluda. Como dije: es temprano, todavía tengo sueño.

Los sueños debiesen contar como realidad. Al menos algunos sueños.

En silencio
Leo mientras ellas duermen
-Cuando San Ignacio de Loyola
Dice ellas se refiere a las lágrimas-

El silencio es una línea
Cabalgada por los ojos
Una cabalgadura 
Disponible 

Para las que duermen
Para el que se desvela.

Quien no escribe se queda sin nada
Quien no recibe cartas no tiene a nadie
Amantes amigxs o acreedores.
Te digo, el día que llega una carta es especial.
Una carta hace que un día sea distinto del resto de los días,
escribió Anne Carson en un poema de la belleza del marido, me dices.

Yo estoy afiebrado me hablan las voces de lo que quiero ser de lo que no he sido estoy más acá y más allá embriagado por la pronta llegada del día que amenaza en el horizonte como un gran ejército / "military stuff was no accident" /

"Letters made one day different from another"
Un puente
Cuerda tensa que curva el arco.
Abrimos los ojos
Anclados sobre aguas
Claras y calmas

-Agua clara y calma
Es el espejo del héroe-

Bah, quiero decir:
Amanece
Despertamos juntos.
Yo que tomé esta tierra y levanté con ella
Una montaña y un abismo
Hice manto de las chinchillas para capear el frío.
Hay un perro azul capturado en una nube azul
Yo no sé cómo hablar contigo
El perro llueve / ladridos llueven.
Bajo el barro
Sin mis herramientas
O las cosas más queridas

Que sobreviva solo en tu memoria.
Acabado el amor
Perdido el amante
Queda el libro

Dijo Alejandra
En el lanzamiento
Del libro de Francisco

Pobre alivio pienso
Para quienes escriben
Y todavía aman

También para aquellos
Que viven aman
Y no escriben

Ellos son mi amor
Por ellos escribo.
Los trabajos

Mover algo
De un lado a otro
Una caja una roca
Utilizando
Un camión o a rastras.
Duermo bajo el árbol de flor rosa
Tras los arbustos vacío la tripa
Sueño con flores y zurullos sueño
Ríos de amarillo orín que desafían
La flor de hoja metálica prendida
Al tronco sangrado soy quien
Duerme bajo el árbol de flor rosa.
Veo en él
La madre que odio
El hijo roto

Madre sin embargo
E hijo.
Y ella dice: ustedes no paran de hacer cosas todo el día van de allá para acá abriendo y cerrando puertas en un paseo incansable y sin rumbo.
A veces yo me detengo a escuchar su queja silenciosa, me hago un té y me siento. Entonces ella se acerca y se acuesta por fin en su cama a los pies del sillón, reclamando un descanso que ni pide o cree merecer, del cual solo participa sin más, biológicamente.
Tres meses
78 años
Eran las edades de dos mujeres -una infante, una anciana- entre las más de veinte personas que han muerto tratando de atravesar la frontera.
Me enamoré de la luz tenue de una sombra
Aquella que proyecta el reflejo del sol por la mañana
En las ventanas de los edificios de negocios
Sobre esta pared interior.
Sentado, veo por el rabillo de un ojo pasar la luz sobre cada cosa mientras trabajo. Por el rabillo del otro / veo el movimiento de las sombras sobre cada cosa,
sentado: tradicionalmente, las habitaciones son la representación de un viaje.
Un helecho dormido

sueña la perra bajo
la sombra del helecho
corre sobre el campo
abierto de su lomo
como corre el animal
pequeño de la brisa
sobre ese otro animal
pequeño que es mi mano.
No se ha hecho necesario relatar, acompañar este tiempo con palabras. Cuando las cosas caen en sí mismas y ondea la sombra del helecho por la tarde. Podría contar cada segundo, cada hecho acaecido durante este tiempo (el tiempo en el que se escribe sobre otras superficies con otras herramientas), pero lo importante es que tal relato duraría el tiempo de la rama del helecho: semejante a la visión vertical del agua, que vuelve a tomar los surcos de los ríos secos tras las grandes lluvias.