Sucede con cierta regularidad que la corteza oceánica se introduce bajo la corteza continental. Estos grandes movimientos liberan magmas y fluidos hidrotermales que ascienden por fisuras y grietas; minerales líquidos incandescentes que -en su camino de subida a la superficie de la tierra- se enfrían y cristalizan. A esas formaciones verticales se les llama filones, vetas y vetillas.
Como un modo de dar cuenta de tales vetas de escritura acumulada, hice un análisis de repeticiones de palabras por cada año del diario y clasifiqué luego cada una de sus entradas con las palabras resultantes: vetas que señalan otros depósitos minerales, otras estructuras verticales que atraviesan la horizontalidad del tiempo de la escritura del diario.

VETA ☷ blanco

Después de tomar la decisión de no escribir. El diario va adquiriendo modos nuevos.
Aparece la nota en la mente, se delinea y define, encuentra su forma de imagen y pasa / indiferente a la fijación de la escritura. No deja huellas

sino estas y el silencio
los espacios blancos
y los saltos de tiempo.
Una gaviota sobrevuela
La superficie del mar
De Antofagasta

Se eleva su sombra con
La sombra de la ola

Que de lejos parece
Un reflejo más del cielo

Espuma de la playa
Las nubes blancas

Sombra de nieve

(Sobre el campo-
Santo sobre el macro-
Campamento).
Ese lugar [la lectura] en el que se acumula todo lo dicho
En los conchales los grandes mares de blanca espuma
Aquel lugar en el que todo lo dicho encalla
Nada está olvidado
Ni la violencia ni el odio
sone ante el limite de la playa con un mar de letras y palabras alfabetos e idiomas desconocidos para mi declaraciones de propiedad amor y odio la espuma era el espacio blanco de las orillas de la gran pagina cuerpos malheridos por una u otra letra estaban tumbados sobre la arena con arena en los dientes y entre las unas llena de arena la herida donde algun acento circunflejo cedillas y tildes desprendidas permanecian incrustadas yo era alli otro herido otro perdido mas

no hay continuidad entre contenido y lectura /

e.g. una forma de leer es no leer.

un zorrillo un guanaco una cuca

blindados blancos

tres carros policiales blindados blancos.

la luna se refleja sobre lagos y lagunas
sobre el mar sobre toda otra masa
mayor o menor de agua.

en el charco
en el vaso
la luna blindada.

Del otoño el diario pasa al invierno, parece saltarse la primavera y ya es verano: el último o el primer día del año.
En esos vacíos, la vida no deja de pasar, escrita en caracteres blancos.
Junto al cráneo
del perro la calavera
humana blanca
asexual
paradigmática

dentro
en el vacío que el lodo preserva
piedra de los sueños
flor calcárea
una brizna de hierba.
Un sueño. Una pesadilla.
La pieza. Domingo. Ocupado en mis propios asuntos: los asuntos del cuerpo; los asuntos de la imagen. Fascinado por las grietas que las imágenes
(azules de la desnudez,
blancas del camuflaje)
proyectaban sobre mi cuerpo: tomado mi cuerpo entre mis propias manos como objeto propio.
Por la ventana, primero, la mamá, segundo, la hermana grande hablaban acerca de mi desarrollo, mis nuevos gustos, reían sin tomarme en serio. Y yo refunfuñaba y hacía pucheros. Y yo me volvía bolita y me tocaba cada parte del cuerpo mientras las miraba por el rabillo del ojo a modo de venganza. Pero era tierno para ellas.
Decir:
crezco alrededor de la piedrecilla
incrustada
suave tejido de la piedra lisa
y oscura.


Decir:
es una piedra doble
hermosa perla negra
rugoso endurecimiento opaco.


Decir:
crezco de una piedrecilla
de limón
de durazno una piedrecilla
de mango el hueso
duro que contiene
todo lo blanco.


Decir:
soy esta piedra cálida
la sombra de un fuego.


Decir:
incandescente
piedra de pira
compañera de quien amo.
La tercera y última lechuza blanca que vi fue en uno de los últimos días de escuela que, paradójicamente, era una noche en la que celebramos la graduación de octavo. Más allá, siguiendo la calle de abajo unas esquinas más allá estaba la casa de Helena, cruzando la calle, las casas del Belga, de Juanito, de Cristián, de Carlitos, más lejos -donde la calle en los días ventosos fundía sus límites con el desierto- la jaula de Alejandro. A quien traté muy mal pues éramos ambos demasiado pálidos.
Entre las instrucciones de lectura del libro fantasma, Chiwüd o Yarken, la fundamental sería: escribe una página diaria.
Pues frente a una página en blanco, leer es igual que escribir.
Durante la madrugada del lunes 19 de abril de 2021, el helicóptero Ingenuity Mars se convirtió en la primera aeronave con motor en realizar un vuelo controlado en la superficie de otro planeta. Un pedazo de tela del Wright Flyer, primer avión en emprender vuelo sobre la superficie terrestre en diciembre de 1903, está integrado en su estructura.
Subió a una altitud de tres metros y mantuvo un vuelo de 39 segundos. La primera imagen del Ingenuity recibida en la NASA fue una imagen fija en blanco y negro que apuntaba hacia abajo de manera vertical; en esta es posible ver la propia sombra del helicóptero reflejada en el suelo de Marte.
La escritura de la lechuza en medio de la noche es blanca como los fantasmas.
La lechuza blanca, lechuza de campanario, chiwüd o yarken vive en Chile desde el norte chico hasta el cabo de Hornos. Se alimenta de roedores, del ratón de cola larga entre ellos, y anfibios. Es un ave de hábitos nocturnos. Recuerdo de niño, en más de una noche, exactamente 3 noches distintas, haber visto su cara blanca enfrentándome en la copa de un árbol en medio del desierto de Atacama. Hoy sé que es improbable. Así como sé que decir un árbol en medio del desierto de Atacama es decir una ciudad / y que las raíces del tamarugo llegan a los 8 metros.
No tengo fotos de algunas personas que han muerto, ni de otras que también quise mucho, ninguna foto de mi infancia. Tengo recuerdos de fotografías que miré durante largo tiempo, reiteradas veces, por lo que creo que podría reconstruirlas, al menos en versiones sin detalles: mi hermana a los 3 o 4 años posando con traje de baño en la playa; mi hermano con el brazo enyesado y polera de Colo-Colo sonriendo con los labios apretados; yo a los 2 o 3 años con chaqueta azul y polera de hilo roja y líneas blancas en el parque japonés; lxs tres con mi hermana y un amigo, abrazados por la cintura frente a la cámara en el patio; mi mamá embarazada de mi hermana o de mí, vestida con una especie de camisón o vestido largo, mirando en dirección contraria al mar, a favor de las olas, seguramente, en El Trocadero.
Sobre la mesa una hoja de celulosa lavada, blanca. El lápiz presiona esa superficie y comienza a trazar una línea que forma un cuerpo / que se parece al cuerpo recordado-referido-citado, pero es otro.
Tras un día o dos de permanecer callado o, más bien, sin poder decir una palabra, limpio la casa, limpio mi cuerpo, en silencio.

Pienso que este diario debería honrar esa incapacidad de decir que conduce a la práctica del cuidado y el oído.

Imagino, entonces, un libro. Un libro en el que cada hoja en blanco representa un día. Páginas blancas en las que los pájaros despliegan su canto y el viento golpea la ventana, en las que reverbera el murmullo humano.

En este libro, yo elijo de alguna manera reducir mi movimiento, consagrándolo al aseo del espacio en el que despierto, como, observo y escucho pues, después de uno o dos días, sé que no es necesario que diga nada.

988

Hoy recordé
El siguiente poema
Del Bosque Zen:

"Una luna
En cada charco;
En cada charco
La luna".

Al ver frente al blanco
Palacio de La Moneda el carro
Lanzaaguas blanco.

985

Zenrin-kushū

Esta imagen
Esta hoja blanca
Corresponde a la imagen
De una cabalgadura.

Sobre la cabalgadura
No hay jinete

Bajo ella
No hay caballo.

984

Oración

Este grano para las mañanas
La infusión de esta rama un cuenco
De setas y semillas el hueso
Blanco del mango y el durazno
Esta yerba esta yesca este polvo
Estas cenizas para que recuerdes
A tus muertxs para que perdones
A quien te ha hecho tanto daño
Esto ofrezco esto deseo para ti.