Sucede con cierta regularidad que la corteza oceánica se introduce bajo la corteza continental. Estos grandes movimientos liberan magmas y fluidos hidrotermales que ascienden por fisuras y grietas; minerales líquidos incandescentes que -en su camino de subida a la superficie de la tierra- se enfrían y cristalizan. A esas formaciones verticales se les llama filones, vetas y vetillas.
Como un modo de dar cuenta de tales vetas de escritura acumulada, hice un análisis de repeticiones de palabras por cada año del diario y clasifiqué luego cada una de sus entradas con las palabras resultantes: vetas que señalan otros depósitos minerales, otras estructuras verticales que atraviesan la horizontalidad del tiempo de la escritura del diario.

VETA ☷ primero

después de los primeros rayos de sol luego de una semana lluviosa las ventanas se abren 
se despliegan sábanas y frazadas alfombras mantas y manteles

Olive Kitteridge -interpretada por Frances McDormand- llora tres veces. Según Leonidas Morales los personajes de Roberto Bolaño lloran cuando se ven enfrentados a un límite existencial. Sucede sin embargo con aquellos personajes de novela que no podemos verlos ni escucharlos cuando lloran.
La primera vez que Olive Kitteridge llora lo hace sin poder contenerse, escondida en la oscuridad de una habitación con la cara enterrada en la almohada. Su compañero y su hijo la ven por la puerta entreabierta.
La segunda, llora frente a su hijo crecido, en medio de una discusión, sin ocultar las lágrimas, casi como un mecanismo de defensa.
La tercera ocasión, llora tras la muerte de su compañero, el padre de su hijo.
A diferencia de los otros dos llantos, este es un llanto silencioso, difícil, mudo. Un llanto que parece resolverse en suspiro.
Es el llanto que sucede en la vejez ante la muerte de aquel con quien compartió su vida, cuando la propia muerte parece una posibilidad cercana, pero se decide vivir porque el mundo aún ofrece su majestuoso desconcierto.
Es un llanto complejo, una especie de alivio a partir del dolor, tras el cual sobreviene la respiración.

The overtakelessness of those
-escribió Emily Dickinson-
Who have accomplished Death
Majestic is to me beyond
The majesties of Earth.

The soul her “Not at Home”
Inscribes upon the flesh —
And takes her fair aerial gait
Beyond the hope of touch.
Del otoño el diario pasa al invierno, parece saltarse la primavera y ya es verano: el último o el primer día del año.
En esos vacíos, la vida no deja de pasar, escrita en caracteres blancos.
Un sueño. Una pesadilla.
La pieza. Domingo. Ocupado en mis propios asuntos: los asuntos del cuerpo; los asuntos de la imagen. Fascinado por las grietas que las imágenes
(azules de la desnudez,
blancas del camuflaje)
proyectaban sobre mi cuerpo: tomado mi cuerpo entre mis propias manos como objeto propio.
Por la ventana, primero, la mamá, segundo, la hermana grande hablaban acerca de mi desarrollo, mis nuevos gustos, reían sin tomarme en serio. Y yo refunfuñaba y hacía pucheros. Y yo me volvía bolita y me tocaba cada parte del cuerpo mientras las miraba por el rabillo del ojo a modo de venganza. Pero era tierno para ellas.
198-. Ingenieros israelíes y, luego, estadounidenses desarrollan los primeros drones modernos.
1948. Egresa el primer curso de fotógrafos aéreos chilenos, desde la nueva sección de fotogrametría, dependiente de la Escuela de Aviación (Museo Nacional Aeronáutico y del espacio).
1947. 15 de febrero. Se realiza el primer vuelo de un avión de la Fuerza Aérea de Chile en la Antártica. “El avión Vought Sikorsky OS-2U Kingfisher N° 308, sobrevuela Isla Decepción durante 30 minutos en actividades de reconocimiento y fotogrametría. Es pilotado por el Teniente 1 ° Arturo Parodi Alister, llevando como observador al Comandante de Escuadrilla Enrique Byers del Campo, quienes arribaron a la Antártica en el transporte Angamos de la Armada Nacional, como parte de la Expedición Naval que instaló la Primera Base permanente chilena llamada entonces ‘Estación Naval Soberanía’, actual ‘Base Naval Antártica Capitán Arturo Prat’”. (Efemérides de la aviación, 2010).
1946. 24 de octubre. Se tomó la primera imagen conocida desde el espacio en la que es reconocible la curvatura de la Tierra. Se utilizó la tecnología del cohete Nazi modelo V-2 capturado tras la Segunda Guerra por el ejército estadounidense. Fue lanzado desde Nuevo México con ayuda del científico Nazi Wernher von Braun, quien participó en el desarrollo de la tecnología del V-2 para el ejército alemán. En 1950, el ingeniero Clyde Holliday -que diseñó la cámara montada al cohete- escribió para National Geographic que tales imágenes mostraban “cómo se vería nuestra Tierra para los visitantes de otros planetas” (Richard Conway. “The First Ever Photograph from Space”. Time. 16 de julio, 2014).
1939-1945. Durante la Segunda Guerra Mundial, las fotografías y videos aéreos se convirtieron en un lugar común en periódicos, revistas y cines. En 1943, la fotógrafa de la revista LIFE, Margaret Bourke-White, se convirtió en “la primera mujer en volar junto a una tripulación de combate estadounidense sobre suelo enemigo”, durante el ataque a Túnez (Olivia B. Waxman. "Aerial Photography’s Surprising Role in History." Time. 31 de mayo de 2018).
1930. “Como parte de la naciente Fuerza Aérea de Chile, el 12 julio de 1930, se crea el Gabinete de Fotogrametría, dependiente de la Escuadrilla de Bombarderos, cuya misión era efectuar los levantamientos aerofotogramétricos que sirvieran de apoyo para elaborar las primeras cartas aeronáuticas del territorio nacional” (Museo Nacional Aereonáutico y del Espacio).
1914. 12 de enero. “Los tenientes 2° de Ejército Arturo Urrutia y Julio Torres (observador) fueron los primeros aviadores militares” en efectuar “un reconocimiento aéreo al sur entre Santiago y San Fernando para verificar rumores sobre destrucción de la vía férrea por elementos comprometidos en una huelga ferroviaria” (Efemérides de la aviación, 2010).
1914-1918. Durante la Primera Guerra Mundial, la fotografía aérea pronto reemplazó los bosquejos a mano de mapas de los observadores en las operaciones de reconocimiento aéreo del campo enemigo. Hacia el final de la guerra, las imágenes utilizadas para estos mapas (fotográficos) de batalla eran realizadas al menos dos veces al día. Según Paula Amad, en “el apogeo de la guerra, los franceses producían alrededor de 10.000 imágenes por noche” (“From God’s-eye to Camera-eye: Aerial Photography’s Post-humanist and Neo-humanist Visions of the World”. History of Photography. Volumen 36, número 1, p. 69).
1910. 21 de agosto. Se realiza el primer vuelo en Chile, en un avión biplano Voisin, tripulado por César Copetta, sobre la Chacra Valparaíso (actual Villa Frey), en la comuna de Ñuñoa, Santiago.
1908. L. P. Bonvillain, sobre Le Mans, Francia, tomó la que es considerada la primera fotografía aérea desde un avión, que era pilotado por Wilbur Wright.
1897. La primera fotografía aérea realizada con una cámara montada a un pequeño cohete fue tomada por el inventor sueco Alfred Nobel.
1882. El meteorólogo inglés E. D. Archibald fue uno de los primeros en tomar fotografías aéreas utilizando una hilera de volantines con una cámara amarrada al último.
1858. Gaspard-Félix Tournachon, más conocido como Nadar, tomó la primera fotografía aérea conocida, hoy sin embargo perdida. Era una vista de la villa de Petit-Becetre, Francia, capturada desde un globo aerostático a 80 metros sobre el suelo.
Durante la madrugada del lunes 19 de abril de 2021, el helicóptero Ingenuity Mars se convirtió en la primera aeronave con motor en realizar un vuelo controlado en la superficie de otro planeta. Un pedazo de tela del Wright Flyer, primer avión en emprender vuelo sobre la superficie terrestre en diciembre de 1903, está integrado en su estructura.
Subió a una altitud de tres metros y mantuvo un vuelo de 39 segundos. La primera imagen del Ingenuity recibida en la NASA fue una imagen fija en blanco y negro que apuntaba hacia abajo de manera vertical; en esta es posible ver la propia sombra del helicóptero reflejada en el suelo de Marte.
El miedo de no encontrarnos con nuestro reflejo al levantar la cabeza o doblar la esquina hacia el edificio de metal y vidrio, confrontado con el miedo ese de no reconocer en otrx a unx semejante, señalan, primero, una relación con el hábito y, segundo, una concepción del cuerpo como unidad y, de allí, de la subjetividad por las que cuerpo y sujeto coinciden. La raíz de esos miedos está precisamente en la falta de coincidencia, la ausencia de identidad por la que no solo yo sino también lxs otrxs se disuelven o pierden peso. Esposito enfatiza que en las representaciones de la violencia originaria los humanos no se mataban por sus diferencias sino por una intolerable semejanza: “Aquellos que combaten a muerte entre sí no lo hacen a pesar de que, sino precisamente porque son hermanos”.
El peor miedo: ver en otrx tu propia desnudez.
Leo en una novela que los fantasmas no aparecen en las fotografías porque la placa no era lo suficientemente sensible para capturarlos.

Pero para algunxs, en el pasado, las fotos no hacían sino retratar fantasmas.

Para otrxs la foto era una especie de palimpsesto. Una escritura acumulativa en la que la permanencia de los rastros de escrituras borradas funcionaba como una metáfora precisa de la larga exposición temporal a la que debían someterse lxs retratadxs con los primeros mecanismos fotográficos. Walter Benjamin llegó a hablar de esos retratos como el resumen de un rostro.
Para Nadar o Balzac la foto capturaba (literalmente: atrapaba) las láminas que se desprendían de todos los cuerpos y llenaban el aire. Los aparatos fotográficos -según las supersticiones del XIX- robaban el alma, eran especies de máquinas cazafantasmas.
Alma, imagen y fantasma eran concebidos como filmes, películas, láminas, cuerpos de luz que, capa a capa, conformaban eso que llamamos el cuerpo de otrx, el cuerpo querido, deseado, odiado de otrx, cuya muerte estaba implícita en el desprendimiento cotidiano de las láminas fantasmagóricas, fílmicas, fotográficas que los constituían.
Respecto de los fantasmas, si hay algo cierto es que en el transcurso de dos siglos -que coinciden con la modernización capitalista de las sociedades occidentales- han ido desapareciendo de las fotografías.