Hacia el año 2009 o 2010, comencé a anotar el presente, sin mayor propósito, sin ninguna rigurosidad o frecuencia preestablecida. He decidido, ahora, exponer esos apuntes que brotan cuando se “deja de escribir”, la escritura que media la distancia entre un libro y otro, bajo la condición de continuar con esta práctica y publicar esas notas durante un tiempo indefinido.
¿Cuántas horas son tres horas o seis horas frente al resto de la vida? ¿Cuánto tiempo tarda el sí -un sí inmediato- en salir de la boca cuando todo el cuerpo ha ya decidido de antemano?