de la mirada vertical
a veces oblicua
de un dron
penden dos mundos
de una mirada -que como cualquier otra / mirada que sin mirarnos nos representa: nuestros deseos y avaricias, nuestros miedos y esperanzas-
de una mirada fría, desembarazada del movimiento reflejo del ojo y, por tanto, desembarazada de sus sueños-.
un ojo como eje
de la balanza
entre
producción y destrucción.
a veces oblicua
de un dron
penden dos mundos
de una mirada -que como cualquier otra / mirada que sin mirarnos nos representa: nuestros deseos y avaricias, nuestros miedos y esperanzas-
de una mirada fría, desembarazada del movimiento reflejo del ojo y, por tanto, desembarazada de sus sueños-.
un ojo como eje
de la balanza
entre
producción y destrucción.