Hacia el año 2009 o 2010, comencé a anotar el presente, sin mayor propósito, sin ninguna rigurosidad o frecuencia preestablecida. He decidido, ahora, exponer esos apuntes que brotan cuando se “deja de escribir”, la escritura que media la distancia entre un libro y otro, bajo la condición de continuar con esta práctica y publicar esas notas durante un tiempo indefinido.
La experiencia implica cierta suma de errores, al decir de Baudelaire. Por supuesto, “tener experiencia” no implica evitar el error, reincidir. Cierto secreto regocijo en ser cruel, fallar, en la tarea que se emprende conociendo su fracaso.