Sucede con cierta regularidad que la corteza oceánica se introduce bajo la corteza continental. Estos grandes movimientos liberan magmas y fluidos hidrotermales que ascienden por fisuras y grietas; minerales líquidos incandescentes que -en su camino de subida a la superficie de la tierra- se enfrían y cristalizan. A esas formaciones verticales se les llama filones, vetas y vetillas.
Como un modo de dar cuenta de tales vetas de escritura acumulada, hice un análisis de repeticiones de palabras por cada año del diario y clasifiqué luego cada una de sus entradas con las palabras resultantes: vetas que señalan otros depósitos minerales, otras estructuras verticales que atraviesan la horizontalidad del tiempo de la escritura del diario.

VETA ☷ amor

99

“Si hubiésemos mandado el cubrecamas a la lavandería, si hubiésemos comprado un colchón nuevo, quizás todavía estaríamos juntas”.
Una historia de amor; de los objetos que permiten amarnos

70

Es poco lo que recuerdo de esa época. Flachazos de risas, de peleas, rostros grises. Todos confundidos en un tiempo improbable: C., J., R., tomando té con Graham Greene. 
Solo nos importaba el amor en nuestra lucha por ser nosotros mismos.

65

Me dice príncipe, mi amor salvaje, para contarme los últimos sucesos. Yo contesto el e-mail, aproximadamente, con estas palabras:
“Creo que si lo vuelvo a ver lo abrazaría como si no me quedara más que despedirme”.
No responde. A partir de esto, este diario debiera cambiar totalmente.

58

The goat. Mejores tiempos, cuando el paso de un tren podía salvarte de la policía y conducirte al amor.

56

En La Tercera –el pasado sábado- publicaron un reportaje con un perfil de los asesinos. De uno de ellos se dejaba entender que era un “homosexual reprimido”.
Ayer –luego de 25 días de agonía- murió Daniel. La muerte, su relato, el crimen, todo obedece a un flagrante desprestigio del amor.

55

Recuerdo que fue bueno conmigo, que lo quise. ¿Por qué no confesar abiertamente el amor por las personas?

38

Me quedo más callado de lo que acostumbro. No puedo conciliar el sueño, entonces escribo para aburrirme lo suficiente y que los párpados pesen. Pienso en el fracaso de estos apuntes, tan alejados de su propósito (sorprenderte), de su formato (la carta de amor) y de lo que pretenden (la novela).