Sucede con cierta regularidad que la corteza oceánica se introduce bajo la corteza continental. Estos grandes movimientos liberan magmas y fluidos hidrotermales que ascienden por fisuras y grietas; minerales líquidos incandescentes que -en su camino de subida a la superficie de la tierra- se enfrían y cristalizan. A esas formaciones verticales se les llama filones, vetas y vetillas.
Como un modo de dar cuenta de tales vetas de escritura acumulada, hice un análisis de repeticiones de palabras por cada año del diario y clasifiqué luego cada una de sus entradas con las palabras resultantes: vetas que señalan otros depósitos minerales, otras estructuras verticales que atraviesan la horizontalidad del tiempo de la escritura del diario.

VETA ☷ alto

242

Yo leo por las mañanas después del desayuno, tras el almuerzo mientras los otros duermen siesta, al llegar la noche cuando la familia se calma. Él me ha estado mirando con cierta distancia o curiosidad, no sé, hasta que me pregunta qué estoy leyendo. En voz alta le leo un poema que al parecer lo sorprende, me pide que le lea otro. Después de unos días hablamos y me cuenta: me gustó ese poema que dice: “Las estrellas perdidas son para ti, el frágil cuerpo de un bañista es para ti”.

226

Estamos acostados sobre el asfalto en algún lugar de la ciudad desierta, ¿qué constelaciones -me preguntas- señalan los vértices de las altas torres?

225

Tras cocinar en esta noche fría la comida que me mantendrá firme mientras escribo, la ventana empañada acumula el cielo nocturno y sus constelaciones.
Son las ventanas de las altas torres donde los amigos insensibles se desvelan o, en la duermevela de la melisa, confunden la vida con los sueños.

222

Anochece, el sol desciende, degradado el cielo. La luz se recluye en las ventanas de las altas torres.

193

Soñé que tenía la parte alta de la espalda y los hombros a carne viva. Sanaba de una herida antigua y nueva a la vez, la herida del arrojo al mundo, la de la salida constante. Despierto apresurado hacia el espejo: el ardor de abandonarse a la mañana.

94

José Ricardo Ahumada Vásquez murió asesinado mientras marchaba por el frontis del edificio de la Democracia Cristiana el 27 de abril de 1973 en Santiago de Chile. La bala fue disparada desde los balcones del alto edificio y el obrero Ricardo Ahumada llevaba un libro en la mano, no un arma, sino un libro. Juan Pablo Jiménez murió de un disparo en la cabeza el 21 de febrero de 2013 en dependencias de la empresa Azeta, era presidente del Sindicato N°1 de trabajadores. Llevaba en sus manos un montón de documentos relacionados con su actividad sindical, al día siguiente tenía una audiencia para denunciar abusos laborales.