Las manos mueven las nubes
No son los ojos. Son las manos 
Las que les dan forma
De cúmulo y estrato de gran
Ciudad a lo lejos. Forma incluso
De mano abierta de párpado de 
Abrazo. Recuerdo esto hoy que 
Blancas huestes se enfrentan
En el cielo. Hoy que animales 
De cuerpo caliente huyen 
De la piedra labrada la punta 
Filosa de la flecha o el proyectil 
Que rasga el azul del cielo. 
No son los ojos.
Son las manos deseosas 
Las que dan forma a las nubes. 
Las mullidas manos de un bruto 
Que aún no sabe mucho del dolor.